Nobel de Literatura a la belarusa Svetlana Alexijevich
08.10.2015 г.
La belarusa Svetlana Alexievich ha sido elegida por la Academia Sueca como la ganadora del Premio Nobel de Literatura de 2015. El anuncio lo ha hecho Sara Danius, secretaria permanente de la Academia. La obra de Alexievich es “monumento al valor y al sufrimiento en nuestro tiempo”, han dicho desde la Academia Sueca. “Fantástico” ha dicho Alexiyevich cuando se ha enterado que el galardón más importante de las letras a nivel mundial era suyo.
Svetlana Aleksiévich nació el 31 de mayo de 1948 en Ivano-Frankovsk (Ucrania) en la familia de militar. El padre de la escritora es belaruso, la madre – ucraniana. Después del licenciamiento del padre la familia se trasladó a Belarús.Svetlana Aleksiévich estudió periodismo en la Universidad Estatal de Belarús.
Trabajó en el periódico local Narovlya (prov. de Gomel), y desde muy joven escribió poesía y artículos para la prensa escolar. El único título publicado en español de la periodista es Voces de Chernóbil. Crónica de futuro, escrito en 1997. La autora, de 68 años, ha ganado a otros autores, previsiblemente favoritos en un principio, como Haruki Murakami, Anne Carson, o el keniano Ngugi wa Thiong'o. Alexiyevich ya fue premiada en 2009 con el Herder de Austria, y en 2011 con el Premio Ryszard Kapuscinski, además de otro premio que le otorgó el instituto PEN de Suecia. También ha recibido el premio del Círculo de Críticos de EEUU.
Su elección implica premiar por primera vez el género del reportaje periodístico. Algunos medios suecos ya especularon con ello, pero no ha sido hasta hoy que se ha hecho oficial. Podría haber sido la segunda si, en 2007, el periodista polaco Ryszard Kapuscinski no hubiera fallecido. En la obra Voces de Chernóbil. Crónica de futuro, la autora entrevista a diversas personas víctimas de la tragedia de la central nuclear que tuvo lugar en 1986. “Un año después de la catástrofe, alguien me preguntó: 'Todos escriben. Y usted que vive aquí, en cambio no lo hace. ¿Por qué?'. Yo no sabía cómo escribir sobre esto, con qué herramientas, desde dónde enfocarlo. Si antes, cuando escribía mis libros, me fijaba en los sufrimientos de los demás, a partir de entonces mi vida y yo se convirtieron en parte del suceso. Se fundieron en una sola cosa y no había manera de mantener una distancia”, dijo la periodista sobre su obra.
El escritor belaruso Alés Adamóvich ya dijo de ella que su estilo único para combinar dos tipos de lenguajes diametralmente opuestos le convertían a la escritora belarusa en la creadora de un género único: la “novela colectiva”, “novela-oratorio” o “novela-evidencia”.
En sus textos, Alexievich navega entre el lenguaje periodístico y la prosa, jugando con los testimonios individuales. Así se acerca a la parte humana de la historia, a la sustancia vital que contienen todos los acontecimientos que narra. Este estilo lo usó por primera vez en su libro La guerra no tiene rostro femenino, de 1983. Ahí, con más de 200 entrevistas a mujeres, cuenta cómo muchas de ellas que soñaban con ser novias se convirtieron en soldados, empuñando fusiles para participar después en la Segunda Guerra Mundial. Alexievich tardó cuatro años en escribir este libro y visitó más de 100 pueblos y ciudades. El libro estuvo prohibido en Uniòn Soviètica hasta que Gorbachov levantó la prohibición, y consagrando así a la escritora como la autora viva más importante de la antigua URSS.
En 1989 publicó Los chicos de cinc sobre la experiencia de la guerra en Afganistán. Para escribirlo se recorrió el país entrevistando a madres de soldados que perecieron en la contienda. En 1993, publicó Cautivados por la muerte sobre los suicidios de quienes no habían podido sobrevivir al fin de la idea socialista. En 1997, le tocó el turno a la catástrofe de la central nuclear de Chernóbil en Voces de Chernóbil,publicado en castellano en 2006 por Editorial Siglo XXI, que reeditó el año pasado Penguin Random House.
“El mundo ha cambiado completamente y no estábamos verdaderamente preparados”, dijo en una reciente entrevista a Le Monde. Atrapada aún en el espacio soviético, Alexievich indaga con angustia y sufrimiento sobre el fin de una cultura, una civilización, unos mitos y unas esperanzas.
La última mujer que fue premiada con un Nobel de Literatura había sido Alice Munro, en 2013. “La maestra contemporánea de la historia corta”. El año pasado, el Premio fue a parar a Patrick Modiano ya que, según confirmó la Academia Sueca, sus obras se centran en “la memoria, el olvido, la identidad y la culpa”. Alexievich es la mujer número 14 que recibe un Nobel de Literatura desde 1901, año en que celebró por primera vez. Hasta hoy, tan solo 13 mujeres habían sido premiadas en los más de 100 años de historia del Premio.