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Belarús en la Gran Guerra Patria — 9 de Mayo de 2014

13.05.2014 г.

 

 

BELARUS EN LA GRAN GUERRA PATRIA

 

 

 

 

 El domingo 22 de junio de 1941 a las 4 de la madrugada la Alemania hitleriana sin declarar la guerra invadió la Unión Soviética. Todos los recursos de la Europa conquistada por Hitler fueron puestos al servicio de la máquina de querra hitleriana. Las hordas fascistas representaban una personificación del mecanizmo de choque del terrorismo internacional, fuerza principal del mal universal.

Por el territorio de Belarús avanzaba el “Grupo de Ejércitos Centro” que contaba con mas de 50 divisiones mecanizadas y blindadas, apoyadas por gran cantidad de artillería y aviones de combate. La agresión inesperada, así como la supremacía de efectivos y de material bélico permitieron a los invasores penetrar rápidamente en la profundidad del territorio soviético.

Hitler preparaba para el pueblo belaruso un destino terrible: planeaba desterrar y eliminar 75 % de la población y el resto – esclavizar y mandar a Alemania como la fuerza barata obrera. Pero esos planes diabólicos de Hitler sufrieron fracaso. Las fuerzas armadas del régimen fascista, obsesos por la bárbara idea de la dominación mundial, precisamente en la tierra belarusa por primera vez pusieron paños fríos al ardor de sus ambiciones.

Tras sangrientos combates que duraron tres días el 28 de junio fue ocupada Minsk, la capital de Belarús. Pero en la profunda retaguardia enemiga seguía luchando un pequeño grupo de guardafronteras, defendiendo la fortaleza de Brest, ciudad situada en el extremo oeste de Belarús. Mientras las tropas nazistas ya se acercaron a la ciudad rusa de Smolensk los muros de la fortaleza de Brest poco a poco cedieron a los bombardeos de aviación y al fuego de artillería alemana pero sus escasos defensores no se rendían a los invasores. Esta batalla desigual desde su inicio duró más de un mes.

Otra hazaña más fue la batalla de Moguilev que duró más de tres semanas. El 16 de julio las tropas alemanas ya entraron a Smolensk pero a 200 kilómetros al oeste, en la retaguardia enemiga seguían combatiendo los heróicos defensores de Moguilev que abandonaron este centro provincial solamente cuando se acabaron las municiones, el 26 de julio.

El último centro provincial belaruso ocupado por las tropas alemanas fue la ciudad de Gómel, eso ocurrió el día 19 de agosto. Tras las batallas de junio-agosto de 1941 Alemania se apoderó del territorio de Belarús.

Los dos meses de ferroces y sangrientos combates en Belarús fueron muy importantes para la futura victoria del pueblo soviético sobre el enemigo, pues en éstos se logró amortiguar la rapidéz de avance y consumir una gran parte del poder combativo del “Grupo Centro”, derribando de esa manera los planes de Hítler de llevar a cabo una “Guerra relámpaga” ya aprobada exitosamente contra varios países europeos. El fundamento de la Gran Victoria sobre el fascismo fue puesto en la tierra belarusa.

La velocidad de avance de las tropas invasoras, cada vez más reducida, permitió al mando superior soviético trasladar numerosas empresas industriales desde la parte europea de la URSS a los Urales y a las repúblicas de Asia Cental, realizar la movilización popular, reagrupar las fuerzas bélicas y prepararse para la defensa de Moscú.

Las tareas principales de la administaración nazista trazadas por la dirigencia hitleriana para Belarús eran: explotar de manera total los bienes materiales de la República, colonizar paulatinamente su territorio, expulsar y en gran medida exterminar su población (ese destino trágico fue preparado para el 75% de los belarusos).

Para la ejecución de estas tareas los nazis construyeron en Belarús casi 260 campos de concentración y 70 guettos, donde fueron eliminados centenares de miles de personas. A los ancianos, niños, mujeres, a la población civil les torturaban de hambre, por los perros, fusilaban, colgaban, quemaban vivos. Belarús perdio una tercera parte de sus hijos e hijas. El campo de Trostenets ubicado en las cercanías de Minsk era uno de los más grandes, más bien el tercero después de los tristemente conocidos Oswenzim y Maydanek. Solamente en Trostenets fueron aniquiladas casi 207 mil personas. La provincia de Vitebsk perdió a cada segundo habitante. Durante los años de guerra perecieron, fueron torturados en las prisiones fascistas, y murieron de las heridas cerca de tres millones de belarusos. No será una exageración subrayar lo que el pueblo belaruso durante estos años ferroces luchaba no solamente por la Victoria común, pero por la soberanía de su país.

La mayoría aplastante de la población de la República se levantó a la lucha con el enemigo. Una gran escala en Belarús adquirió el movimineto de los partisanos, que se convirtió en un símbolo de la lucha universal. Los primeros destacamentos guerrilleros empezaron a actuar en 1941 y a partir de 1942 y hasta la expulsión final del enemigo este movimiento se hizo popular. Por ejemplo en total, para los finales del año 1942 la cantidad de guerrilleros belarusos alcanzaba 450 mil combatientes (entre ellos lucharon más de 4 mil antifascistas extranjeros). Para el comienzo del año 1943 los guerrilleros belarusos dominaron en un territorio de 15 mil kilómetros cuadrados: en estas zonas fue restablecido el poder soviético. También la resistencia controlaba más de un tercio del territorio nacional, atacando constantemente los cuarteles militares y de policía alemana, volando puentes, cortando las carreteras y vías férreas en el resto del territorio belaruso. Esta lucha popular iba en progreso: para finales de 1943 los guerrilleros ya controlaron casi la mitad del territorio nacional.

Tratando de acabar con los guerrilleros las tropas alemanas emprendieron 28 importantes expediciones contra los patriotas, matando a más de 70 mil personas. Pero no lograron aplastar a la resistencia.

El movimiento guerrillero hizo un aporte muy importante a la liberación de Belarús. Durante el período de 1943-1944 la resistencia belarusa varias veces emprendió la así llamada “Guerra de Raíles” en el marco de la cual los guerrilleros realizaron una destrucción masiva de las vías ferroviarias y de los puentes, debilitando la retaguardia enemiga e impidiendo a los nazistas a reforsar sus tropas que lucharon en el frente oriental. Más tarde las brigadas guerrilleras junto con las unidades del Ejército Rojo participaron en la liberación de varias ciudades belarusas.

En total, a partir de junio de 1941 y hasta el julio de 1944 los guerrilleros luchando por la liberación, causaron un importante daño a las tropas invasoras. Las bajas alemanas alcanzaron 500 mil soldados y oficiales entre muertos y gravemente heridos (entre ellos el jefe de la administración alemana en Belarús). Los guerrilleros lograron destruir más de 11 mil trenes, 29 estaciones ferroviarias, casi 950 cuarteles militares y de policía.

La liberación de Belarús comenzó en otoño de 1943 cuando fue recuperada la parte sureste de la República, con su centro provincial la ciudad de Gómel.

Pero habitualmente la definitiva liberación de Belarús relacionan con una famosa ofensiva a gran escala: la así llamada “Operación Bagratión”, una de las más importantes de la Gran Guerra Patria.

Para aquel entonces el sistema de defensa alemana del camino más corto hacia Berlín fue organizado por el mariscal de campo Model que encabezó al “Grupo de Ejércitos Centro” formado por 63 divisiones de infantería, 900 tanques de combate y más de 1300 aviones de combate. Pero las tropas soviéticas coordinadas por los mariscales Zhúkov y Vasilevsky en pocos días lograron derrotar a los alemanes, derribando sus líneas de defensa.

Como resultado de una rápida y audaz ofensiva del Ejército Rojo apoyado por los guerrilleros belarusos que nuevamente lograron paralizar el transporte ferroviario en todo el territorio de la República y se apoderaron de varios puentes, facilitando el avance de las columnas blindadas y mecanizadas en los alrededores de Minsk fueron cercados y derrotados más de 100 mil soldados y oficiales alemanes. Grandes grupos de tropas alemanas cayeron en los así llamados “Potes” cerca de Bobruisk y Vítebsk.

La liberación de Minsk el día 3 de julio de 1944 finalizó la primera fase de la ofensiva “Bagratión” durante la cual fue derrotado el “Grupo de Ejércitos Centro”. Justo en el centro del frente alemán se abrió un hueco de 400 kilómetros que permitió al Ejército Rojo seguir su rápido avance hacia el oeste y el noroeste.

La recuperación de todo el territorio belaruso fue finalizada en la segunda fase de la “Operación Bagratión” que duró hasta los finales de julio. La famosa por su fortaleza ciudad de Brest fue liberada el 28 de julio de 1944 pero la ofensiva proseguía hasta el 20 de agosto cuando las tropas soviéticas se acercaron a la capital letona Riga en el norte y salieron a los ríos Narva y Visla en el noroeste y el oeste, abriendo el paso a Berlín.

Miles de belarusos que lucharon en los frentes de la Gran Guerra Patria o participaron de la guerrilla en su propio territorio fueron condecorados. 475 de ellos recibieron la máxima condecoración soviética: la Estrella de Oro del Héroe de la Unión Soviética.

Pero el precio que pagó el pueblo belaruso por su liberación fue extremadamente alto. Para el julio de 1944 la población de Minsk no alcanzaba ni el 40 % de su nivel del año 1940. Fueron totalmemte destruidos casi el 85 % de los edificios de la ciudad (la escala de destrucción de la capital belarusa era tan alta que los especialistas seriamente discutían la idea de restablecerla en algún otro lugar de la República).

Durante los tres años de la ocupación fascista la población urbana de Belarús se redujo hasta el 35 % de su nivel de preguerra. Fueron totalmente destruidos 9 mil 200 pueblos. 627 aldeas belarusas compartieron la trágica suerte de la tristemente conocida Jatín, cuyas casas fueron encendiadas mientras sus habitantes fueron quemados vivos (186 de éstas nunca fueron reconstruidas).

Todas las esferas de la economía belarusa quedaron totalmente arruinadas, la república perdió más de la mitad de su riqueza nacional.

Pero aun más horroroso era el daño humano: durante la guerra perecieron 2 millones 200 mil belarusos. Otras 380 mil personas fueron llevadas a Alemania para cumplir trabajos forzosos. En 1945 la población de Belarús apenas alcanzaba 6 millones 200 mil habitantes: su nivel de preguerra fue recuperado solamente en 1972.

 

Los festejos del 9 de mayo de 2014 son muy especiales para Belarús, pues el próximo 3 de julio junto con el Día de la Independencia Belarús va a festejar el 70° Aniversario de su liberación de los fascistas alemanes. El mismo día los belarusos conmemorarán también otra fecha muy importante en la historia del país: la liberación de Minsk de los invasores alemanes el 3 de julio de 1944.

La liberación de Belarús en 1944 fue un importante aporte a la victoria de la humanidad contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial, en mayo de 1945. De esa manera la conmemoración del 70° Aniversario de la liberación de Belarús de los nazistas es un prólogo natural a los festejos del año 2015 del 70° Aniversario de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial.

 

 

 

 

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